viernes, 23 de enero de 2015

"La Gran Misión"

Misión: Trabajo, función o en encargo que una persona debe cumplir.

Marcos 16:15: "Id por todo el mundo y 
predicar el evangelio a toda criatura".


Estando a un solo un paso de su trono Celestial, Cristo dio su último mandato a los discípulos: "adoctrinar a toda criatura". Repitió varias veces estas palabras a fin de que los discípulos comprendiese su significado. 
La luz del cielo debía resplandecer como rayos claros y fuertes como rayos claros y fuertes sobre todos los habitantes de la tierra, encumbrados y humildes, ricos y pobres. Los discípulos habían de colaborar con su redentor en la obra de salvar al mundo.
    

Mateo 28:19-20: "Por tanto id, haced discípulos 
a todas las naciones, bautizándolos en el 
nombre del padre del  hijo, y del Espíritu Santo;
Enseñándole todas las cosas que os he 
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros 
todos los días hasta el fin del mundo; amen".


El Mandato que dio el Salvador a los discípulos incluía todos los creyentes en Cristo hasta el fin del tiempo. Error fatal suponer que la obra  de salvar almas  solo depende del ministro  ordenado. 
Todos  aquellos  a quienes llegó la inspiración celestial, reciben el Evangelio en cometido. Atados los que reciben la vida de Cristo se les ordena trabajar para la salvación de sus semejantes. La iglesia  fue establecida para esta obra, y todos los que toman sus votos sagrados  se comprometen por ello a colaborar por Cristo.


Los discípulos tenían que comenzar su obra donde estaban. No había de pasar por alto el campo más duro ni menos promisorio. Así también, todos los que trabajan para Cristo  han de empezar donde están. 

En nuestras familias pueden haber almas hambrientas de simpatía, que anhelan  el pan de vida. Puede haber  hijos que han de educarse para Cristo. Hay paganos a nuestra misma puerta. Hagamos fielmente la obra que está más cerca, luego extendiéndose nuestros esfuerzos hasta donde la mano de Dios nos conduzca. 
La obra de muchos puede parecer restringida por las circunstancias; pero dondequiera que este, si se cumple con fe y diligencia se hará sentir hasta las partes más lejanas de la tierra. 
Seamos portadores de una luz perseverante; son mis sinceros deseos.
Nixon Orozco


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